[Repost] Rutherford: «El traductor es un traedor de tesoros de otras tierras» (por M. F. Antuña)

Rutherford: «El traductor es un traedor de tesoros de otras tierras»

El hispanista británico rompe con los estereotipos de la traducción en su discurso de investidura como honoris causa
24.04.14 – 00:11 – M. F. ANTUÑA | OVIEDO.

Cfr. original: http://bit.ly/1ro8wFR

Traducir es un arte. El suyo, el del hispanista británico John Rutherford que ayer confesó que aprendió a escribir en inglés gracias a las castellanas palabras que Leopoldo Alas ‘Clarín’ dejó escritas en ‘La Regenta’, que reinvidicó el papel de la traducción más allá de la mera transcripción de palabras para elevarla a la categoría de aventura apasionante y creación mayúscula. Lo hizo ante una auditorio académico que fue testigo de cómo el filófogo que puso palabras inglesas a ‘La Regenta’ y ‘El Quijote’ recibía el birrete, el libro de la ciencia y la sabiduría, el anillo y los guantes blancos que le convierten en doctor honoris causa por la Universidad de Oviedo.

La protocolaria ceremonia celebrada en el edificio histórico de la Universidad fue una loa a la literatura en el Día del Libro, pero, por encima de todo, se convirtió en un alegato en favor de quienes son capaces de darle forma a las palabras de otro en un idioma diferente. Y de eso Rutherford, que ahora anda embarcado en ponerle lustre british a los sonetos de Garcilaso, Góngora y Quevedo, sabe mucho. Buceó el inglés en sus inicios en la traducción y sus complejas formas de la mano de ‘Clarín’ y quiso romper con la «visión estereotipada de nuestro arte». No basta con conocer ambas lenguas. No es suficiente con sustituir palabras. «No hay investigación más minuciosa y exhaustiva que la que el traductor concienzudo realiza del texto que traduce, y también de su propio idioma, en busca de las palabras adecuadas», señaló el nuevo honoris causa, para quien «en cierto sentido es más fácil componer una pieza literaria original que traducirla, porque el primer autor goza de plena libertad».

En su camino por el oficio que ha ejercicido junto con el de la docencia en la Universidad de Oxford, quiso Rutherford hacer un hermoso juego de palabras para desmentir el tópico de que «el traductor es traídor». «Es más bien un traedor, un traedor de tesoros de otras tierras». Es -y así lo aseveró Rutherford- un coautor que no debe conformarse con hacer una versión inferior a la primera. «Debe aspirar a ser no un escritorzuelo que fabrique reproducciones sino el coautor de una de las mejores novelas del mundo», subrayó.

Ese ha sido y sigue siendo el afán de este profesor británico muy vinculado personalmente con España, que domina además del castellano el gallego, idioma en el que ha escrito una novela. A él, a su carrera, sus logros y su «bonhomía» se refirió Agustín Coletes Blanco, que asumió el papel padrino y redactó su laudatio. También el catedrático de la Universidad de Oviedo del Departamento de Filología Anglogermánica y Francesa le dio a la traducción literaria el carácter de «ciencia y arte» por el que clamó Rutherford, quien escuchó un buen número de elogios hacia su trabajo como docente y su «arrojo académico» a la hora de traducir ‘La Regenta’ y ‘El Quijote’, «las dos novelas más importantes jamás escritas en la lengua española», lo que convierte su trabajo «en una hazaña propia delas edades mitológicas».

Hubo muchas palabras con sabor a la literatura clásica en la Universidad, pero hubo también que cumplir con el protocolo que exige una ceremonia en la que el coro universitario se encargó de poner voz a ‘Veni, Creator Spiritus’ y el ‘Gaudeamus Igitur’ que cerró el acto tras el discurso del rector, Vicente Gotor. A través de sus palabras estuvo en Oviedo presente Gabriel García Márquez, pues puso en las lúcidas mentes de los traductores la responsabilizad de universalizar y extender el realismo mágico que hoy está huérfano. Puso en su ingenio «esa magia de romper las barreras del idioma» como Rutherford hizo con dos clásicos de las letras españolas.

Tuvo Gotor también un recuerdo para el fallecido Eloy Benito Ruano en su intervención, que precedió a una visita a la exposición instalada hasta mañana en la Biblioteca Central Universitaria y que lleva por título ‘Rutherford entre el Quijote y La Regenta’, que pone focos sobre antiguas ediciones de ambas obras. La Universidad conserva el fondo más rico en ediciones antiguas de ‘El Quijote’ y algunas de ellas se muestran ya junto a la primera publicación de ‘La Regenta’ y otras más recientes. Por supuesto, también se exhibe la primera versión publicada en inglés de la obra de Clarín en 1984.

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